Una colonia levantada entre los cardones del desierto sudcaliforniano, se devastó hace casi un par de meses, las construcciones de madera y lámina no soportaron el viento del huracán Odile y solo algunas casas, las pocas que estaban hechas de concreto, quedaron de pie. La mayoría de los habitantes pasaron la noche en un albergue, una de ellas recuerda haber visto al día siguiente una camioneta tipo pick-up llena de electrodomésticos que salía de la colonia. Las casas se han ido reconstruyendo por los mismos habitantes, con materiales otorgados por autoridades de distintos órdenes de gobierno. La emergencia pasó, pero la necesidad permanece.

Las cosas en el Estado están mejorando rápido, ya hay 8 tiendas de autoservicio operando en Cabo San Lucas y San José del Cabo, más de 8000 elementos de la marina, ejército y policia federal, más de 2200 empleados de la CFE levantando lo que fue el desastre más grande en infraestructura registrado en la historia de la CFE, y los servicios cada vez son más comunes en las casas.

Así se ve cómo llegan dos barcos con ayuda a Baja Sur, uno seguido de otro, el Usumacinta de la marina y el California Star de Bajaferries.

No dudo que en los medios sigan poniendo tomas del día 1 del huracán. Sigan apoyando, hay mucha gente sin casas todavía.

Afortunadamente ya existen muchos centros de acopio en el país para enviar ayuda a Baja Sur. Si puedes ayudar, ayuda, no te limites a que es fin de semana o cualquier otra barrera mental. La gente lo agradecerá.

Anexo algunas fotografías de personas que he conocido esta semana, algunos de la colonia La Pasión, Olivos Negros, algunos se quedaron sin casa, otros sin acceso a sus casas. Se les atiende bien en la UABCS, algunos ya tienen 2 o 3 mudas de ropa y el gobierno del Estado se encarga de la alimentación, pero debido a que la mayoría perdió todo, cualquier ayuda es buena, sobre todo para cuando la gente regrese a su vida normal.

Particularmente en este albergue se ocupa: (Desde el 22 de septiembre el albergue cambió de lugar de la UABCS al polideportivo ubicado cerca del nuevo municipio de La Paz)

– Toallas húmedas para bebés
– Leche nan 1, nan 2, nan 3 para bebés (tienen leche nido pero no a todos los bebés les cae bien)
– Pañales, hay aproximadamente 80 niños y bebés
– Toallas sanitarias

Gracias al capitán que nos atendió y dio oportunidad de tomar estas fotos, también a la gente por su confianza. Estás fotos se entregaron impresas a las personas del albergue. Gracias al buen Martín alias “Rochin” por la ayuda en la toma de las fotos.

Centros de acopio Excelsior, CNN México.

Jesús Manuel Meza Núñez, originario de La Paz, trabajó hasta hace poco tiempo como marinero de una embarcación llamada “One and Only Palmilla” en Los Cabos, debido a un recorte de personal se encuentra buscando trabajo (Buceo, esnórquel y pesca deportiva).

Su nueva mascota se llama “Odile”.

Raymundo Madrigal Guzmán, originario de Guadalajara, Jalisco, trabajó en San Bruno en la industria del calamar. Está esperando la forma de regresarse a Guadalajara.

Mientras ocurría el huracán Odile me sorprendió el sonido que se escuchaba, un ruido exagerado, oscuro y gigantesco, no entendía cómo describirlo y parecía como si estuviera girando en círculos alrededor de mi casa. Alcanzaba a ver cómo mis árboles se inclinaban por el viento y estuvimos toda la noche despiertos. Estuve sentado en el pasillo esperando cuál ventana se iba a romper primero para actuar rápido y asegurar la integridad de mi familia. El estrés creo todavía no se ha pasado puesto que la gente tiene miedo, tiene miedo de que llegue el huracán polo, del éxodo que se vive en Cabo San Lucas debido a los grupos delictivos y la rapiña, de que por fin llegó su quincena y tienen forma de comprar insumos, por la falta de luz y la oscuridad en sus casas y en las calles. En La Paz, hubo gente que lo perdió todo y según fuentes oficiales solo hay un albergue en la UABCS con aproximadamente 300 personas hasta el día de ayer por la mañana.

Por fortuna, Odile traía más viento que agua. Con agua seguramente las fotos anexas fueran mucho más tristes.